Ahora, en agosto, ya todos tenemos algo de color en la piel. Sí, por muy blanquito que seas -como yo-, algo de morenito va asomando y, por ello, es mi momento favorito para utilizar los aceites con shimmer que lanzan cada año las firmas cosméticas.
Este año estoy utilizando este de Cocosolis, una nueva firma de cosmética orgánica que me ha encantado descubrir.
GLOW es un aceite seco que hidrata y nutre la piel (sin dejarla pringosa ni aceitosa, ¡muy importante!) formulado a raíz de aceites orgánicos de jojoba, cacao, semillas de pepino y almendras dulces y enriquecido con vitamina E natural. Apto tanto para cuerpo como para rostro, deja un precioso y discreto brillo sobre la piel, sin purpurinas, y su efecto permaneces a lo largo de todo el día.
¿Sabéis qué es lo que más me ha sorprendido, aparte de su sedosidad y nutrición en la piel? ¡Que huele a galletas! 🙂
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